En el mundo de las reformas, uno de los errores más comunes es pensar que todo tipo de pladur sirve para cualquier ambiente. Nada más lejos de la realidad. Elegir el tipo de pladur adecuado en zonas con humedad no es solo una cuestión técnica, sino una necesidad si queremos evitar problemas como el moho, el deterioro del material o incluso desprendimientos a largo plazo.
El pladur es un material increíblemente versátil. Está formado por una placa de yeso laminado recubierta por capas de cartón, y se utiliza tanto para tabiques como para techos y revestimientos. Pero su composición estándar no es idónea para ambientes húmedos, a menos que se elija un modelo especialmente diseñado para estas condiciones.
¿Quieres saber qué opciones tienes para evitar sorpresas desagradables? Sigue leyendo: te explico todo lo que necesitas saber para tomar la mejor decisión.
Antes de elegir la placa adecuada, es fundamental entender en qué tipo de ambiente vamos a trabajar. No toda la humedad es igual, y no todos los espacios requieren el mismo nivel de protección.
Se refiere a la humedad constante del aire en un espacio, como ocurre en cocinas o baños. Aquí, el vapor de agua puede condensarse en las paredes y techos, debilitando el material.
Es muy habitual en espacios mal ventilados. Aparece cuando el vapor de agua del aire entra en contacto con una superficie fría. Suele producir manchas, moho y deterioro en los materiales de revestimiento.
Sucede en plantas bajas o sótanos donde la humedad asciende desde el suelo a través de los muros. Este tipo de humedad es constante y requiere soluciones más potentes.
Se produce cuando el agua entra directamente desde el exterior, ya sea por defectos estructurales o falta de impermeabilización. En estos casos, usar pladur antihumedad es útil, pero primero hay que resolver la causa.
Por tanto, la elección del pladur adecuado depende no solo del nivel de humedad sino del tipo de humedad. Clasificar correctamente el ambiente es el primer paso para acertar.
Una vez identificadas las condiciones del espacio, es momento de elegir el tipo de placa más adecuado. Afortunadamente, el mercado ofrece varias soluciones técnicas específicamente desarrolladas para ambientes húmedos.
También conocida como “pladur verde”, es la más utilizada para zonas con humedad ambiental ocasional como cocinas y baños domésticos. Está tratada con aditivos hidrófugos que reducen su absorción de agua hasta un 5% (según norma UNE 120104).
Limitación: no recomendada para ambientes con humedad persistente o filtraciones.
Es una placa de altas prestaciones, resistente no solo a la humedad sino también a impactos y fuego. Está pensada para espacios que necesitan un rendimiento superior, como gimnasios, cocinas industriales o zonas comunes de edificios públicos.
Limitación: mayor precio y más pesada que otras placas.
WAB significa “Water and Air Barrier”, y se trata de una solución pensada para ambientes exteriores o semicubiertos. Esta placa incorpora una barrera de vapor que protege el interior y funciona muy bien en cerramientos exteriores o trasdosados donde el riesgo de humedad es más alto.
En resumen, cada tipo de placa tiene su función y está pensada para contextos diferentes. Elegir la correcta dependerá del uso que le vayamos a dar y del entorno en el que se va a instalar.
El pladur verde o H1 es, sin duda, el más popular para viviendas particulares. Pero ojo, tiene sus límites. Su uso se recomienda en:
Lo que NO se debe hacer con pladur verde:
Una instalación correcta del pladur verde exige además el uso de perfiles metálicos galvanizados (tipo C o U) y sellado con cinta hidrófuga en juntas.
En resumen, es una excelente solución cuando se usa bien, pero no es todoterreno.
Para acertar al 100%, hay que adaptar el tipo de placa al tipo de humedad.
Cada tipo de humedad exige un enfoque técnico diferente. El error común es pensar que el pladur tapará el problema. No lo hace: lo oculta y lo empeora a medio plazo.
Vamos al grano. Te dejo una guía rápida según estancia:
En todos los casos, lo más importante es tratar la humedad de raíz. El pladur es una solución estética y funcional, pero no sustituye a una buena impermeabilización.
No hay una única respuesta a la pregunta “¿Qué pladur es mejor para la humedad?”. Depende del entorno, del tipo de humedad y del uso del espacio.
Elegir mal puede salir caro: desde moho hasta deformaciones y pérdidas estructurales. Por eso, asesorarse con profesionales y conocer las limitaciones de cada producto es la mejor garantía para una reforma duradera.
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